martes, 1 de septiembre de 2015

Montia - San Lorenzo del Escorial

Hoy nos damos el lujo de probar las delicias de un Estrella Michelín, concretamente el restaurante Montia, situado en San Lorenzo del Escorial.

Es un restaurante pequeño en el que nos fue complicado encontrar mesa para un fin de semana, creo que la reserva la hicimos a finales de mayo y nos dieron "cita" para finales de agosto. Quizá entre semana haya más suerte. Por cierto, si queréis reservar por teléfono hay que hacerlo a unas horas determinadas aunque también se puede reservar por internet.

¿Y qué ofrece el Montia? Para empezar no hay carta, ofrecen tres menús degustación elaborados con productos de la zona (con algún que otro infiltrado, aunque no de lejos). Estos menún son; el Corto, formado por 5 aperitivos, 4 platos, degustación de quesos y un postre, el Largo, con 7 aperitivos, 5 platos, degustación de quesos y un postre, y el menú XL en el que se añade un plato más al menú Largo. En nuestro caso ese plato de más consistía en callos y siendo agosto no nos animamos con ellos así que elegimos el Menú Largo. 

Se ofrece la posibilidad de acompañar el menú con un maridaje de vinos. Nosotros tras malas esperiencias en eso del maridaje impuesto (y cortito de cantidad) nos decidimos por elegir el vino por nuestra cuenta. Bueno, más o menos porque nos dejamos guiar por el camarero. Sin embargo, tras cotillear las mesas en las que sí pidieron el maridaje creo que sería una buena opción ya que los vinos tenían buena pinta y parecía que no eran muy tacaños al servir. Lo apuntamos para la próxima vez.

Cabe destacar la vajilla que utilizan y la puesta en escena de los platos, bastante originales y muy bien explicados. Como somos un poco desastre,  cuando el camarero terminaba  de contarnos el plato ya se nos habían olvidado la mitad de los ingredientes pero así jugamos a descubrirlos. 

A continuación os subo fotos de algunos de los platos:

Un txangurro con acompañamiento de gazpacho de tomate verde y algunas cosas más (todo riquísimo):






Un ajoblanco que escondía un poco de bacalao (estupendos los dos) :





Una sardinada (la presentación  me parece muy simpática):


Aquí unas ostras: 




Estos platos con ostra no los suelo entender, si la ostra está buena meterle cualquier añadido es, desde mi punto de vista, estropearla, pero bueno, cosas de gustos.

La tabla de quesos (muy buenos):



En general la comida estuvo bien, lo peor fueron los dos postres, esperábamos mucho más pero pasaron sin pena ni gloria, lástima.

Terminamos con un café que sirven en una pequeña cafetera italiana,  que dio hasta para repetir.

No se me puede olvidar hacer mención especial para la mantequilla que nos pusieron al sentarnos, sencillamente deliciosa. 

En resumen, la comida nos gustó, excepto la ostra y los postres y no es excesivamente caro, probablemente volvamos más adelante para probar los menús de otra temporada.

 Y ya por último, imprescindible darse una vuelta por el Monasterio del Escorial.